¿Qué relación tiene la ansiedad y la toma de decisiones? ¿Qué bloqueos psicológicos se dan cuando tenemos que tomar una decisión?
Muchas veces, cuando ponen muchas opciones delante de nosotros, podemos tener miedo a tomar decisiones. Tememos equivocarnos en nuestra elección.
También nos pasa cuando tenemos que tomar un gran número de decisiones en poco tiempo; que nuestra mente se estresa y se bloquea por el hecho de tener que hacer tanto trabajo.
Esto, de entrada, es absolutamente normal.
Imagina que tuvieras que tomar una enorme cantidad de decisiones a lo largo del día, que todo fuera nuevo, que no hicieras nada basándote en lo que ya hiciste.
Sería una verdadera locura y no podrías aguantar ese ritmo durante mucho tiempo.
De ahí la importancia de los hábitos, las rutinas; porque te ayudan a descansar y no tener que tomar tanta cantidad de decisiones.
Cuando tomamos decisiones, también es importante la selección, la filtración de opciones. Si tenemos muchas opciones delante de nosotros y todas nos parecen buenas, lo normal es que sientas cierto bloqueo psicológico o bloqueo mental. Nos da mucho miedo equivocarnos.
Sin embargo, déjame que te enseñe algo sobre la toma de decisiones.
Nos han educado para creer que el fracaso es un error. Que tomar una decisión y fallar es un error. Pero eso es absolutamente incierto. El fracaso es absolutamente necesario.
Si hubiera un libro donde estuvieran exactamente todas las respuestas a todos los problemas de la vida, y además, particularmente a tus problemas específicos, de modo que tuvieras que tomar 0 decisiones y simplemente seguir las instrucciones del libro, entonces todo resultaría muy fácil.
Pero la cuestión es que ese libro no existe. Aunque hay muy buenos libros que te pueden ayudar a tomar decisiones, aconsejándote y mostrándote cómo evaluar y sopesar los argumentos a favor y en contra, lo cierto es que al final la decisión siempre la vas a tomar tú.
Por tanto, si tomas decisiones sobre cosas en las que no sabes la respuesta, lo cierto es que absoluta y necesariamente, por pura estadística, te vas a equivocar.
Y cuantas más veces tengas que asumir riesgos y tomar decisiones, más veces te vas a equivocar.
Sin embargo, las equivocaciones son parte del proceso de aprendizaje. Sin ellas, sería imposible llegar hasta donde hemos llegado hoy.
De la inmensa mayor parte de esas cosas, es probable que ni siquiera te acuerdes. A menos que tengas algún problema físico, lo más probable es que hoy día para ti andar no sea ningún problema.
Porque te equivocaste en el pasado y aprendiste cómo hacerlo bien… equivocándote. Y, por supuesto, con la ayuda de papá y mamá.
Tomar demasiadas decisiones te sumirá en un profundo estado de ansiedad; todo el mundo tiene un límite y llegar al colapso puede ser absolutamente normal.
Por eso, te recomiendo que aunque es bueno que te lances, te arriesgues y aprendas de los fracasos, intentes mantener el equilibrio entre rutinas/hábitos/zona de confort y situaciones de riesgo en las que tengas que tomar decisiones.
1. Por un lado, dedicar un tiempo a descansar, a estar tranquilo, a repetir acciones y hacer siempre lo mismo, te ayudará a sentirte mejor contigo mismo, a dosificarte.
2. Por otro, el hecho de arriesgarte, hacer cosas nuevas, tomar decisiones que no has tomado nunca y enfrentarte a tus miedos, te ayudará a seguir creciendo, madurando, desarrollándote y superándote como persona.
¿Y tú, qué tienes que decirme sobre la toma de decisiones y la ansiedad? ¿Te cuesta tomar decisiones? ¿Vives situaciones en las que tienes que enfrentarte a lo desconocido? ¿Tienes que tomar muchas decisiones a lo largo del día? ¿O tienes que tomar pocas decisiones, pero tienes tantas opciones y tanto miedo al fracaso que te sientes ansioso?
Muchas veces, cuando ponen muchas opciones delante de nosotros, podemos tener miedo a tomar decisiones. Tememos equivocarnos en nuestra elección.
También nos pasa cuando tenemos que tomar un gran número de decisiones en poco tiempo; que nuestra mente se estresa y se bloquea por el hecho de tener que hacer tanto trabajo.
Esto, de entrada, es absolutamente normal.
Imagina que tuvieras que tomar una enorme cantidad de decisiones a lo largo del día, que todo fuera nuevo, que no hicieras nada basándote en lo que ya hiciste.
Sería una verdadera locura y no podrías aguantar ese ritmo durante mucho tiempo.
De ahí la importancia de los hábitos, las rutinas; porque te ayudan a descansar y no tener que tomar tanta cantidad de decisiones.
Cuando tomamos decisiones, también es importante la selección, la filtración de opciones. Si tenemos muchas opciones delante de nosotros y todas nos parecen buenas, lo normal es que sientas cierto bloqueo psicológico o bloqueo mental. Nos da mucho miedo equivocarnos.
Sin embargo, déjame que te enseñe algo sobre la toma de decisiones.
Siempre vas a tener que equivocarte como método para obtener información
Nos han educado para creer que el fracaso es un error. Que tomar una decisión y fallar es un error. Pero eso es absolutamente incierto. El fracaso es absolutamente necesario.
Si hubiera un libro donde estuvieran exactamente todas las respuestas a todos los problemas de la vida, y además, particularmente a tus problemas específicos, de modo que tuvieras que tomar 0 decisiones y simplemente seguir las instrucciones del libro, entonces todo resultaría muy fácil.
Pero la cuestión es que ese libro no existe. Aunque hay muy buenos libros que te pueden ayudar a tomar decisiones, aconsejándote y mostrándote cómo evaluar y sopesar los argumentos a favor y en contra, lo cierto es que al final la decisión siempre la vas a tomar tú.
Por tanto, si tomas decisiones sobre cosas en las que no sabes la respuesta, lo cierto es que absoluta y necesariamente, por pura estadística, te vas a equivocar.
Y cuantas más veces tengas que asumir riesgos y tomar decisiones, más veces te vas a equivocar.
Toma de decisiones y fracaso, parte del proceso de aprendizaje
Sin embargo, las equivocaciones son parte del proceso de aprendizaje. Sin ellas, sería imposible llegar hasta donde hemos llegado hoy.
- ¿Cuántas veces te caíste al suelo intentando aprender a andar cuando eras pequeño?
- ¿Cuántas veces te regañaron tus padres por algo que no hiciste bien?
De la inmensa mayor parte de esas cosas, es probable que ni siquiera te acuerdes. A menos que tengas algún problema físico, lo más probable es que hoy día para ti andar no sea ningún problema.
Porque te equivocaste en el pasado y aprendiste cómo hacerlo bien… equivocándote. Y, por supuesto, con la ayuda de papá y mamá.
Limita el número de toma de decisiones a lo largo del día
Tomar demasiadas decisiones te sumirá en un profundo estado de ansiedad; todo el mundo tiene un límite y llegar al colapso puede ser absolutamente normal.
Por eso, te recomiendo que aunque es bueno que te lances, te arriesgues y aprendas de los fracasos, intentes mantener el equilibrio entre rutinas/hábitos/zona de confort y situaciones de riesgo en las que tengas que tomar decisiones.
Combinar rutina y toma de decisiones
1. Por un lado, dedicar un tiempo a descansar, a estar tranquilo, a repetir acciones y hacer siempre lo mismo, te ayudará a sentirte mejor contigo mismo, a dosificarte.
2. Por otro, el hecho de arriesgarte, hacer cosas nuevas, tomar decisiones que no has tomado nunca y enfrentarte a tus miedos, te ayudará a seguir creciendo, madurando, desarrollándote y superándote como persona.
Y ten por seguro que durante esos momentos en los que te enfrentas a lo desconocido, experimentarás la ansiedad. La cuestión no es eliminar la ansiedad completamente. La cuestión es acostumbrarte a controlarla, a convivir con ella, a normalizarla. Cuanto más la normalizas, más se reduce, porque más te acostumbras a ella.
¿Y tú, qué tienes que decirme sobre la toma de decisiones y la ansiedad? ¿Te cuesta tomar decisiones? ¿Vives situaciones en las que tienes que enfrentarte a lo desconocido? ¿Tienes que tomar muchas decisiones a lo largo del día? ¿O tienes que tomar pocas decisiones, pero tienes tantas opciones y tanto miedo al fracaso que te sientes ansioso?