Me he dado cuenta de que cuando no planifico mis tareas del día, las próximas 24 horas son una incógnita. No sé lo que voy a hacer, no sé como voy a poder hacer frente a mis trabajos, ni si seré capaz de cumplir con los plazos. Sin embargo, planificar tareas diarias en una hoja de papel me da muchísima tranquilidad.
Hay mucha gente que dice que planificar las tareas del día no sirve para nada. Porque, aseguran, siempre van a salir imprevistos a los que uno tiene que atender. Y eso hace que cualquier planificación de las tareas se convierta en papel mojado. Pero lo cierto es que esas personas no entienden la función de hacer planes, ni cómo estos te ayudan a tener una sensación de control sobre tu vida que te aporta mucha paz y seguridad.
Si tuviera que enumerar una serie de ventajas de planificar tareas del día a día, os contaría las siguientes.
1. Me ayuda a ordenar las ideas en el cerebro. Puedes tener muy claro lo que tienes que hacer, pero si está hecho un lío en tu cabeza, es fácil que al final acabes improvisando, te dejes cosas en el tintero o te olvides completamente de algo. Ordenar las ideas punto por punto me ayuda a estructurar mi mente. Y una mente estructurada tiene mucha más calma que una desestructurada. Por cierto, no dejes de leer el post Por qué tengo ansiedad al despertarme por las mañanas.
2. Genera sensación de control. Cuando apuntas las cosas que vas a hacer en un papel y vas tachando una tarea tras otra según las haces, tienes una sensación de control inmensa. Eres tú el dueño y señor de tu tiempo. No tienes que dedicar tiempo a improvisar y enfrentarte a demasiados imprevistos, puesto que ya has planificado lo que vas a hacer y sigues un programa.
3. Eliminas la idea del "yo puedo con todo". Cuando hacemos un plan, tenemos que ser realistas. Con el tiempo vamos aprendiendo a hacer planes con unos objetivos más lógicos y alcanzables. Pero una vez que eres consciente de lo que puedes rendir, planificar tareas diarias te ayuda a ser humilde y reconocer que no todo lo podrás hacer hoy.
4. Te marcas una hora de inicio y de cierre. En esto sé que hay diferencia de opiniones, ya que si nos marcamos una hora de terminar, generalmente podemos estresarnos pensando que no nos va a dar tiempo. Pero lo cierto es que es un arma de doble filo; porque si no te marcas una hora objetivo para terminar una tarea, tenderás a distraerte más pensando que no tienes que ajustarte. Y al perder más tiempo, tu sensación de control disminuirá.
5. Te permite eliminar los ladrones de tiempo. Muchas personas, cuando trabajan, acaban atendiendo a un montón de ladrones de tiempo: llamadas que no son importantes, e-mails que no tendrías por qué responder inmediatamente, redes sociales en las que vas a perder unos minutos preciosos... Cuando está todo apuntado, intentas ceñirte al programa y evitar el "presentismo laboral", que al final sólo consiste en tener un poco de paz ahora, a costa de un estrés elevado conforme se acerca la hora de finalizar una tarea.
Te aseguro que ver un montón de tareas tachadas te genera una sensación de poder y seguridad que te motiva a continuar tachando las siguientes. No es que sea magia, pero tu cerebro empieza un poco más a creer en sí mismo, a ser consciente de que es productivo y puede conseguir lo que se ha propuesto. Y la sensación al final del día de trabajo es de absoluta satisfacción.
Cuando termino una hoja de papel, no la tiro luego a la basura. Las voy colocando en un tablón de anuncios que tengo. Y cada día, cuando las miro, me doy cuenta de las cosas que he hecho durante esa semana, lo que me motiva a ser consciente de todo el esfuerzo que estoy invirtiendo y de lo que soy capaz de hacer.
Espero que estas ideas te sirvan para planificar el día a día. También trato de planificar mis meses, pero esa es otra historia y hablaremos de ella en un futuro post. ¿Y tú, cómo te organizas el día? ¿Te ayuda la planificación de tareas a reducir la ansiedad y sentirte mejor al hacer tu trabajo?
Hay mucha gente que dice que planificar las tareas del día no sirve para nada. Porque, aseguran, siempre van a salir imprevistos a los que uno tiene que atender. Y eso hace que cualquier planificación de las tareas se convierta en papel mojado. Pero lo cierto es que esas personas no entienden la función de hacer planes, ni cómo estos te ayudan a tener una sensación de control sobre tu vida que te aporta mucha paz y seguridad.
Cómo me ayuda planificar tareas diarias
Si tuviera que enumerar una serie de ventajas de planificar tareas del día a día, os contaría las siguientes.
1. Me ayuda a ordenar las ideas en el cerebro. Puedes tener muy claro lo que tienes que hacer, pero si está hecho un lío en tu cabeza, es fácil que al final acabes improvisando, te dejes cosas en el tintero o te olvides completamente de algo. Ordenar las ideas punto por punto me ayuda a estructurar mi mente. Y una mente estructurada tiene mucha más calma que una desestructurada. Por cierto, no dejes de leer el post Por qué tengo ansiedad al despertarme por las mañanas.
2. Genera sensación de control. Cuando apuntas las cosas que vas a hacer en un papel y vas tachando una tarea tras otra según las haces, tienes una sensación de control inmensa. Eres tú el dueño y señor de tu tiempo. No tienes que dedicar tiempo a improvisar y enfrentarte a demasiados imprevistos, puesto que ya has planificado lo que vas a hacer y sigues un programa.
3. Eliminas la idea del "yo puedo con todo". Cuando hacemos un plan, tenemos que ser realistas. Con el tiempo vamos aprendiendo a hacer planes con unos objetivos más lógicos y alcanzables. Pero una vez que eres consciente de lo que puedes rendir, planificar tareas diarias te ayuda a ser humilde y reconocer que no todo lo podrás hacer hoy.
4. Te marcas una hora de inicio y de cierre. En esto sé que hay diferencia de opiniones, ya que si nos marcamos una hora de terminar, generalmente podemos estresarnos pensando que no nos va a dar tiempo. Pero lo cierto es que es un arma de doble filo; porque si no te marcas una hora objetivo para terminar una tarea, tenderás a distraerte más pensando que no tienes que ajustarte. Y al perder más tiempo, tu sensación de control disminuirá.
5. Te permite eliminar los ladrones de tiempo. Muchas personas, cuando trabajan, acaban atendiendo a un montón de ladrones de tiempo: llamadas que no son importantes, e-mails que no tendrías por qué responder inmediatamente, redes sociales en las que vas a perder unos minutos preciosos... Cuando está todo apuntado, intentas ceñirte al programa y evitar el "presentismo laboral", que al final sólo consiste en tener un poco de paz ahora, a costa de un estrés elevado conforme se acerca la hora de finalizar una tarea.
Cuál es el procedimiento para planificar las tareas del día
Lo que te recomiendo es que hagas lo siguiente. Cada día, cuando te levantes, escribe en una hoja de papel algunas tareas que vayas a realizar. Escribe la fecha al principio, la hora a la que empiezas tu tarea y la hora a la que la quieres finalizar. A continuación, ponte a trabajar, y conforme vayas terminando esas tareas, ve tachando del folio.Te aseguro que ver un montón de tareas tachadas te genera una sensación de poder y seguridad que te motiva a continuar tachando las siguientes. No es que sea magia, pero tu cerebro empieza un poco más a creer en sí mismo, a ser consciente de que es productivo y puede conseguir lo que se ha propuesto. Y la sensación al final del día de trabajo es de absoluta satisfacción.
Cuando termino una hoja de papel, no la tiro luego a la basura. Las voy colocando en un tablón de anuncios que tengo. Y cada día, cuando las miro, me doy cuenta de las cosas que he hecho durante esa semana, lo que me motiva a ser consciente de todo el esfuerzo que estoy invirtiendo y de lo que soy capaz de hacer.
Espero que estas ideas te sirvan para planificar el día a día. También trato de planificar mis meses, pero esa es otra historia y hablaremos de ella en un futuro post. ¿Y tú, cómo te organizas el día? ¿Te ayuda la planificación de tareas a reducir la ansiedad y sentirte mejor al hacer tu trabajo?
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