Durante mucho tiempo, estuve pensando que las cosas dependían de "ser o no ser". Desconocía por completo la importancia de la paciencia para lograr vencer la ansiedad. Creía simplemente que "si yo no soy paciente, no puedo superar la ansiedad", "si yo soy tímido, no puedo superar la ansiedad", "si yo soy esto o lo otro, no puedo superar la ansiedad".
Y ese es el primer pensamiento limitante que tenemos que cambiar. El de juzgarnos de forma tan taxativa. El de hacer una "photo finish" de nosotros mismos, como si todo hubiera acabado ya y no hubiera posibilidad de cambiarlo. Creemos que las cosas "vienen dadas" y ya no hay nada que hacer.
Pero pronto he ido aprendiendo una lección que me ha ayudado mucho a superar la ansiedad y especialmente ser paciente ante la multitud de recaídas y dificultades que puedes experimentar en el proceso.
Quédate con esta idea:
A menos que seas un árbol o una piedra, si tienes un cerebro humano y eres consciente, tienes la capacidad de cambiar y actuar. De la misma forma que tu cerebro le ordena a la mano "muévete" y la mano se mueve, en un mínimo lapso de tiempo, nuestro cerebro puede darnos órdenes y cambiar la situación actual.
El problema, claro está, es que mover una mano es aparentemente un acto muy sencillo. El cerebro ordena y la mano obedece. Pero, cuando hay otros factores externos que nuestro propio cerebro percibe como amenazantes, entonces nos cuesta más tomar las decisiones.
Sin embargo, tú tienes la misma capacidad de cambiar la situación. De pasar del estado A (mano quieta) al estado B (mano en el sitio en el que la has movido). Porque eres un ser dinámico, no estático. Lo único que debes superar son las sensaciones de que el estado B es peligroso o amenazante, a través de la práctica, el comportamiento, la paciencia, la conducta.
En definitiva, debes repetir la acción que te da miedo muchas veces. A tu cerebro no le cuesta mucho mover una mano, pero por ejemplo, quizás sí le resulte más difícil hacer ejercicio. ¿Por qué? Porque percibes la situación como amenazante para capacidad física. Tiene que hacer un esfuerzo, ser paciente hasta conseguir hacerlo de forma óptima y paciente.
No es algo que vayas a conseguir de forma "automática". De hecho, sería imposible que lo consiguieras automáticamente porque vienes del estado A (mucho tiempo sin hacer ejercicio). En eso consiste el cambio: implica movimiento, repetición, paciencia y, sí, mucho dolor.
Tenemos tendencia a "tirar la toalla" (un término que viene del boxeo) cuando algo no sale en el tiempo y forma que esperábamos. Nuestras expectativas son altas, pero cuando nos encontramos con la realidad y vemos que las cosas no salen, entonces pensamos "yo no soy capaz de hacer esto". Y desistimos.
Pero fíjate que el desistimiento viene siempre después de que hemos afirmado, taxativamente y de forma tajante, el "yo no soy capaz". Una vez más, estás juzgándote, evaluándote, examinándote.
Otras veces, influidos por la idea del pensamiento positivo, nos esforzamos en decir: "voy a conseguirlo, sí puedo hacerlo, creo que puedo hacerlo, etc". Y eso hace que nuestra mente esté trabajando a nuestro favor, sí, aunque no nos garantiza el éxito. A veces, incluso con el pensamiento positivo, puedes fallar. Y es entonces cuando volvemos otra vez al pensamiento del "yo no soy", el pensamiento "photo finish".
Por eso pienso que el pensamiento positivo es algo más útil a "corto plazo", para el momento en el que se requiere de ti un gran esfuerzo. Pero sin una buena base, sin tener unos principios claros acerca del valor del esfuerzo y la paciencia para conseguir una meta, el pensamiento positivo tiende a desinflarse ante los fracasos y necesitas acompañarlo de otro esquema mental.
Sin embargo, la photo finish sólo se hace en la meta de la carrera. ¿Tú has llegado ya a la meta, o la carrera continúa? ¿Cuántas veces has creído que la carrera había terminado? La carrera no ha terminado mientras nos quede un segundo de vida.
La felicidad, de hecho, está en el transcurso de la carrera, en el placer de correr, no en la meta. ¿Y qué pasa con los corredores que miran atrás, cuando la carrera todavía no ha terminado? Están juzgando antes de tiempo. Y eso, curiosamente, les puede hacer perder por que el de detrás no está perdiendo tiempo en eso, sino en correr su carrera: competir consigo mismos, sin mirar al otro.
El problema de la photo finish es que es sólo eso, una fotografía estática. No nos dice si has corrido bien, si ha habido emoción y espectáculo, si has mejorado tu marca. No nos habla en absoluto de todo el tiempo que has corrido durante los entrenamientos. De todos tus logros y éxitos, de todas las horas invertidas en algo. De todo lo que has mejorado.
Por eso, quedarse en la photo finish no nos ayuda en lo más mínimo. Deja de hacerte fotos de ti mismo, deja de juzgarte y verás cómo corres. Es hora de empezar a mirar tu evolución, tu camino paciente hacia superar la ansiedad.
¿Y qué pasa cuando pierdes una carrera, pero no el campeonato? Pues que sigues teniendo oportunidades de mejora. ¿Y qué pasa cuando pierdes el campeonato? Que lo puedes volver a intentar para el siguiente. ¿Y qué pasa cuando ya no puedes correr porque te has retirado? Que puedes enseñar a otros a correr. ¿Y qué pasa cuando te mueres? Que has vivido una buena vida.
Esto que te estamos diciendo no es simplemente un "pensamiento compasivo" para ayudarte a sobrellevar la ansiedad. Es la forma de pensar que permite que grandes deportistas consigan sus logros y alcanzar grandes metas.
No por lo que creen que son, no por el juicio prematuro, sino por lo que hacen y su esfuerzo por competir contra sí mismos. Un esfuerzo por el que ellos mismos se recompensan de forma positiva: "Hoy lo he hecho mejor", "Hemos avanzado". "Hay que seguir". Independientemente de que hayan ganado o no la carrera. No buscan una recompensa a "corto plazo", sino a largo.
Y tú me puedes decir: pero "es que yo no soy así, yo no tengo el pensamiento y la paciencia de un gran deportista".
Y estaríamos otra vez en lo mismo: el pensamiento "photo finish"; yo no soy, yo no tengo... todo imágenes estáticas del ahora. ¿Te das cuenta? Empieza a evitar el pensamiento "photo finish" y verás cómo sí "eres" así, e incluso te sentirás más.
Tú decides quién eres. Porque el "ser" no es un estado de perfección al que se llega y en el que no se puede avanzar más; es un "hacer continuo", una "mejora progresiva".
Lo que decíamos otras veces sobre "eliminar la carga emocional" a la hora de interpretar y juzgar los acontecimientos de nuestra vida. No juzgues. O, mejor dicho, cambia tu forma de juzgar para hacer una "autocrítica constructiva", que es lo que hacen los deportistas.
¿Estás haciendo, o auto-juzgándote? ¿Estás en el pensamiento "photo finish" y el "ser o no ser", o en el hacer y no juzgar? Pues en cualquier sitio en donde estés, debes saber que aún eso lo puedes cambiar.
Y ese es el primer pensamiento limitante que tenemos que cambiar. El de juzgarnos de forma tan taxativa. El de hacer una "photo finish" de nosotros mismos, como si todo hubiera acabado ya y no hubiera posibilidad de cambiarlo. Creemos que las cosas "vienen dadas" y ya no hay nada que hacer.
Pero pronto he ido aprendiendo una lección que me ha ayudado mucho a superar la ansiedad y especialmente ser paciente ante la multitud de recaídas y dificultades que puedes experimentar en el proceso.
Quédate con esta idea:
Tu mente es como la plastilina; se puede moldear para hacer la figura que quieras. Pero si tú piensas que es "sólida" y no se puede moldear, entonces no moverás tus manos para darle la forma que quieres y por tanto te pierdes el resultado.
No eres un ser estático, sino dinámico
A menos que seas un árbol o una piedra, si tienes un cerebro humano y eres consciente, tienes la capacidad de cambiar y actuar. De la misma forma que tu cerebro le ordena a la mano "muévete" y la mano se mueve, en un mínimo lapso de tiempo, nuestro cerebro puede darnos órdenes y cambiar la situación actual.
El problema, claro está, es que mover una mano es aparentemente un acto muy sencillo. El cerebro ordena y la mano obedece. Pero, cuando hay otros factores externos que nuestro propio cerebro percibe como amenazantes, entonces nos cuesta más tomar las decisiones.
Sin embargo, tú tienes la misma capacidad de cambiar la situación. De pasar del estado A (mano quieta) al estado B (mano en el sitio en el que la has movido). Porque eres un ser dinámico, no estático. Lo único que debes superar son las sensaciones de que el estado B es peligroso o amenazante, a través de la práctica, el comportamiento, la paciencia, la conducta.
- Aprendiendo a comprobar que el estado B no es tan amenazante como imaginas.
- Aprendiendo a descubrir que tienes recursos de sobra para poder superar la situación y no quedarte paralizado a la hora de pasar al estado B.
En definitiva, debes repetir la acción que te da miedo muchas veces. A tu cerebro no le cuesta mucho mover una mano, pero por ejemplo, quizás sí le resulte más difícil hacer ejercicio. ¿Por qué? Porque percibes la situación como amenazante para capacidad física. Tiene que hacer un esfuerzo, ser paciente hasta conseguir hacerlo de forma óptima y paciente.
No es algo que vayas a conseguir de forma "automática". De hecho, sería imposible que lo consiguieras automáticamente porque vienes del estado A (mucho tiempo sin hacer ejercicio). En eso consiste el cambio: implica movimiento, repetición, paciencia y, sí, mucho dolor.
La importancia de ser pacientes para vencer la ansiedad
Tenemos tendencia a "tirar la toalla" (un término que viene del boxeo) cuando algo no sale en el tiempo y forma que esperábamos. Nuestras expectativas son altas, pero cuando nos encontramos con la realidad y vemos que las cosas no salen, entonces pensamos "yo no soy capaz de hacer esto". Y desistimos.
Pero fíjate que el desistimiento viene siempre después de que hemos afirmado, taxativamente y de forma tajante, el "yo no soy capaz". Una vez más, estás juzgándote, evaluándote, examinándote.
Otras veces, influidos por la idea del pensamiento positivo, nos esforzamos en decir: "voy a conseguirlo, sí puedo hacerlo, creo que puedo hacerlo, etc". Y eso hace que nuestra mente esté trabajando a nuestro favor, sí, aunque no nos garantiza el éxito. A veces, incluso con el pensamiento positivo, puedes fallar. Y es entonces cuando volvemos otra vez al pensamiento del "yo no soy", el pensamiento "photo finish".
Por eso pienso que el pensamiento positivo es algo más útil a "corto plazo", para el momento en el que se requiere de ti un gran esfuerzo. Pero sin una buena base, sin tener unos principios claros acerca del valor del esfuerzo y la paciencia para conseguir una meta, el pensamiento positivo tiende a desinflarse ante los fracasos y necesitas acompañarlo de otro esquema mental.
Los peligros del pensamiento "photo finish"
¿Sabes de dónde viene esto de la "photo finish"? De las carreras de caballos. En el puesto de meta, se hace una fotografía para ver qué caballo ha pasado primero por la línea de meta, ya que a veces van muy igualados y a tanta velocidad no se ve quién ha llegado primero. Por media cabeza o una patita que pase medio centímetro por delante del otro, se puede ser el ganador.Sin embargo, la photo finish sólo se hace en la meta de la carrera. ¿Tú has llegado ya a la meta, o la carrera continúa? ¿Cuántas veces has creído que la carrera había terminado? La carrera no ha terminado mientras nos quede un segundo de vida.
Imagínate que un jinete, en mitad de la carrera, pensara que ésta habría terminado. ¿No actuaría como si ciertamente hubiera terminado? ¿Acaso no frenaría a su caballo pensando que ya se ha acabado y no hay nada que hacer? ¿Y no le perjudicaría eso de cara al final?Nunca dejes de correr hasta el último minuto después de haber cruzado la meta.
La felicidad, de hecho, está en el transcurso de la carrera, en el placer de correr, no en la meta. ¿Y qué pasa con los corredores que miran atrás, cuando la carrera todavía no ha terminado? Están juzgando antes de tiempo. Y eso, curiosamente, les puede hacer perder por que el de detrás no está perdiendo tiempo en eso, sino en correr su carrera: competir consigo mismos, sin mirar al otro.
El problema de la photo finish es que es sólo eso, una fotografía estática. No nos dice si has corrido bien, si ha habido emoción y espectáculo, si has mejorado tu marca. No nos habla en absoluto de todo el tiempo que has corrido durante los entrenamientos. De todos tus logros y éxitos, de todas las horas invertidas en algo. De todo lo que has mejorado.
Por eso, quedarse en la photo finish no nos ayuda en lo más mínimo. Deja de hacerte fotos de ti mismo, deja de juzgarte y verás cómo corres. Es hora de empezar a mirar tu evolución, tu camino paciente hacia superar la ansiedad.
Vencer la ansiedad es una carrera... contra ti mismo
¿Y qué pasa cuando pierdes una carrera, pero no el campeonato? Pues que sigues teniendo oportunidades de mejora. ¿Y qué pasa cuando pierdes el campeonato? Que lo puedes volver a intentar para el siguiente. ¿Y qué pasa cuando ya no puedes correr porque te has retirado? Que puedes enseñar a otros a correr. ¿Y qué pasa cuando te mueres? Que has vivido una buena vida.
Esto que te estamos diciendo no es simplemente un "pensamiento compasivo" para ayudarte a sobrellevar la ansiedad. Es la forma de pensar que permite que grandes deportistas consigan sus logros y alcanzar grandes metas.
No por lo que creen que son, no por el juicio prematuro, sino por lo que hacen y su esfuerzo por competir contra sí mismos. Un esfuerzo por el que ellos mismos se recompensan de forma positiva: "Hoy lo he hecho mejor", "Hemos avanzado". "Hay que seguir". Independientemente de que hayan ganado o no la carrera. No buscan una recompensa a "corto plazo", sino a largo.
Y tú me puedes decir: pero "es que yo no soy así, yo no tengo el pensamiento y la paciencia de un gran deportista".
Y estaríamos otra vez en lo mismo: el pensamiento "photo finish"; yo no soy, yo no tengo... todo imágenes estáticas del ahora. ¿Te das cuenta? Empieza a evitar el pensamiento "photo finish" y verás cómo sí "eres" así, e incluso te sentirás más.
Tú decides quién eres. Porque el "ser" no es un estado de perfección al que se llega y en el que no se puede avanzar más; es un "hacer continuo", una "mejora progresiva".
Del "ser o no ser" al "hacer y no juzgar"
Cuanto más te esfuerces en "hacer" y menos en "juzgar", más logros vas a conseguir a la hora de vencer la ansiedad. De hecho, cuando los deportistas ya están en la cima y creen que no hay nadie superior a ellos, es cuando más empiezan a fallar. Cuando empiezan a "confiarse", "relajarse" o "juzgarse positivamente en exceso". Lo que también trae consecuencias.Lo que decíamos otras veces sobre "eliminar la carga emocional" a la hora de interpretar y juzgar los acontecimientos de nuestra vida. No juzgues. O, mejor dicho, cambia tu forma de juzgar para hacer una "autocrítica constructiva", que es lo que hacen los deportistas.
¿Estás haciendo, o auto-juzgándote? ¿Estás en el pensamiento "photo finish" y el "ser o no ser", o en el hacer y no juzgar? Pues en cualquier sitio en donde estés, debes saber que aún eso lo puedes cambiar.
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