Muchos de nosotros podemos sentir miedo a hablar en público. Incluso personas que son muy extrovertidas en la vida diaria, pueden presentar esta fobia escénica. Sentimos temor a ser observados, juzgados, a que se burlen de nosotros, a que simplemente esté todo el mundo ahí, callado, con los ojos apuntando en nuestra dirección y pendientes de las palabras que salen de nuestra boca.
En este post me gustaría darte algunos consejos que te pueden ayudar si te ves expuesto a hablar en público, pero te da miedo y te preguntas cómo superarlo.
En esto, como en todo, el gran reto es habituarse, llegar a sentir verdadero placer ante la audiencia. Con todo, hay algunas técnicas que te pueden resultar útiles.
Los síntomas del miedo a hablar en público
Si tienes miedo a hablar en público, seguro que lo sabes. Los síntomas son comunes de la ansiedad anticipatoria y pueden darse en mayor o menor medida.- Miedo anticipatorio conforme se acerca el momento.
- Sudor y algo de taquicardia.
- Tartamudeo a la hora de hablar.
- Se te agarrotan los músculos.
- Puedes llegar incluso a sentir mareos por ansiedad y ataques de pánico.
Cómo superar el miedo a hablar en público
Lo primero es tener claro que esto no es algo que vayas a solucionar en un día; no existe un tratamiento tampoco como tal, en plan de que te puedas tomar unas pastillas durante algunas semanas y tu miedo a hablar en público se convierte en placer escénico de la noche a la mañana.No hay una varita mágica que pueda hacer que, de repente, te conviertas en un genio de la comunicación y las artes escénicas. Más bien lo que hay que hacer es entender cómo funciona el proceso.
1. Visualízate a ti mismo hablando en público
La visualización es una de las técnicas más útiles porque es como un videojuego de realidad virtual. Tienes que imaginarte a ti mismo dando el discurso que vas a dar. Puedes hacerlo tranquilamente en casa, tumbado en la cama. Piensa en todo lo que tienes que decir, en el grueso del contenido. Olvídate de powerpoints, esquemas, apuntes y todo estorbo, al menos por el momento.Ahora imagínate la situación y cuéntale a tu audiencia lo que tienes que decir. Mírate a ti mismo haciéndolo, y haciéndolo bien. Imagínate a ti mismo con confianza y hablando en público de forma calmada y segura.
Visualizar mucho te ayudará porque, cuando estés en la situación real, tu cerebro tratará de imitar aquello que ya ha estado en tu mente. Tenderá a reproducir lo que ya has hecho, lo que has practicado.
2. Asume que los síntomas de la ansiedad estarán presentes
A menos que hables en público muy a menudo, si tienes miedo escénico, debes asumir que sentir algo de ansiedad anticipatoria es normal. Y, de hecho, este tipo de ansiedad es algo que te hará mostrarte activo a la hora de hablar. Pero tienes que conseguir de que los síntomas de la ansiedad no te produzcan un temor paralizante.¿Sabes que cuando notamos los síntomas de la ansiedad, como sudoración o taquicardia, eso hace que sintamos todavía más ansiedad? Es algo que se retro-alimenta. Cuanto más te fijas en ellos, más presentes están. Entonces el truco para reducir su importancia, para disminuir su valor, es aceptarlos como algo normal. No darles importancia, olvidarte de ellos.
De todas las veces que he hablado en público, no recuerdo ninguna en la que no haya tenido ansiedad anticipatoria. Sin embargo, al cabo de un tiempo, y pese a la ansiedad, me he dado cuenta de que las últimas veces he podido desactivar mi miedo y ganar confianza en mí mismo.
3. No quieras hacerlo perfecto
No busques el perfeccionismo. Se trata de hacerlo, no de que salga perfecto. Tiempo tendrás para perfeccionar tu estilo otras veces que tengas que hablar en público.Quizás me dirás que esto es una contradicción. Que si intentas hacerlo perfecto, hay más posibilidades de que te salga bien que si te presentas para “hacerlo mal”. No quiero decir que te presentes para hacerlo mal. Pero sí que no seas demasiado perfeccionista.
Incluso las personas más experimentadas a la hora de hablar en público cometen errores. Y, simplemente, tratan de canalizar y asumir ese error como algo normal durante la charla o conferencia. Lo normalizan. Un truco que algunos utilizan cuando están muy nerviosos consiste en reconocer tus propios sentimientos.
Cuando reconoces ante tu audiencia que estás un poco nervioso, esto te hace sentir ya cierta sensación de calma. Reconocer ante ti mismo y ante los demás que estás nervioso desmitifica, naturaliza y normaliza tus síntomas, con lo que les estás quitando poder. Estás empezando a desactivarlos.
4. Utiliza la ironía
Me he dado cuenta de que da igual lo nervioso que esté cuando he tenido que hablar en público. Si utilizo la ironía o hago alguna gracieta, por ejemplo al principio de la charla, consigo arrancar una sonrisa a la audiencia o, cuando menos, cierta complicidad. Entonces, el hecho de que tú veas ese estímulo positivo, esa respuesta agradable de tu público, hace que te vengas arriba y te sientas mucho más cómodo a la hora de tener que hablar.Utilizar la ironía ayuda a romper el hielo, a romper ese silencio atronador que a veces hay al principio. En cambio, si tratas de empezar tu charla de manera estándar, monótona, gris, intentando pasar desapercibido, tratando de hacerlo todo muy normal, es normal que te cueste venirte arriba. Que, conforme avanza la charla, empieces a sentirte nervioso porque tu audiencia y tú estáis desconectados. O se están aburriendo, o están pendientes de que estás nervioso.
Para evitar situación, por tanto, busca la complicidad. Da igual que tuvieras ansiedad anticipatoria, o que incluso estés sudando y muerto de miedo. Habrás logrado desactivar parte de tu miedo al buscar la complicidad del público.
5. Ve bien preparado
La preparación es importante, tanto en lo que respecta al aspecto físico (la ropa que llevas, la higiene, etc.), como en lo que se refiere a la preparación de la propia charla o clase que tienes que dar.Me he dado cuenta de que a algunas personas llevan un pequeño esquema a la hora de hablar. Tienen miedo de quedarse en blanco y por eso acaban, muchas veces, leyendo las notas. No es que sea malo tener un esquema para hablar, pero a veces me he dado cuenta de que mi charla es mucho más natural si no tengo papeles en las manos.
Cuando tienes un papel en la mano y tienes nervios, eso se nota porque el papel tiembla. Entonces a veces lo que se supone que es una ayuda, que es el papel, acaba convirtiéndose en tu peor enemigo. Te acabas desconectando de la charla porque al final miras más el papel que a la gente. Y a la hora de hablar en público lo ideal es mirar a la cara a tu audiencia, moverte ligeramente y de forma natural (a menos que tengas que estar sentado).
Hablar en público tiene mucho que ver con actuar. Los actores de teatro no llevan el guión en la mano. Y si lo hicieran así, la obra perdería mucho. No tienen que leer, no basta tampoco que repitan de memoria lo que dice el papel. Tienen que interpretar. Deben integrar lo que han leído y expresarlo con un tono de voz y estilo determinado. Creo que seguir este patrón es lo que más ayuda a hablar en público.
Ahora por último me gustaría dejarte con un vídeo que me ha gustado mucho de Sandra Llinares. En él te da algunas de las técnicas para vencer el miedo a hablar en público, especialmente si eres emprendedor, profesional o empresario y tienes que dar o te gustaría dar conferencias, pero no puedes hacerlo porque aún necesitas aprender cómo vencer el miedo a hablar en público.
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