Es posible que más de una vez te hayas quedado pensando: ¿y por qué tengo tanta ansiedad? ¿por qué me ha tocado a mí aguantar con esta maldición, cuando a otras personas parece que no les pasa nada y les va todo bien?
Lo cierto es que muchas veces en las que nos sentimos así nos estamos comparando con los demás, o bueno, no realmente con los demás, sino con la imagen mental (comúnmente idealizada) de lo que creemos que son los demás.
En este post voy a tratar de responder a esa pregunta y a otras que yo también me he estado planteando.
"Tengo ansiedad y no sé por qué", piensas. Aparentemente, no le encuentras un motivo. La has sentido desde siempre y ahora además te afecta casi todo el día, o en la mayoría de situaciones en las que te ves envuelto, desde ir a comprar el pan hasta incluso a veces el mero hecho de salir de casa, y por supuesto cuando vas a dar una charla en público, si te ha tocado por alguna razón.
Notas seguramente un montón de síntomas que se han vuelto el pan de cada día:
La ansiedad es un mecanismo evolutivo que ha permitido al ser humano hacer frente a los peligros en los que se había envueltos. El ataque de un animal, la necesidad de buscar comida, el impulso de aparearse y buscar descendencia, etc.
Hoy día vivimos en entornos mucho más controlados que la cruel madre naturaleza, y sin embargo, nuestros miedos no se han ido, sino que han aumentado. Nuestro mecanismo de defensa se activa ante situaciones muy variadas, muchas de índole social, como por ejemplo:
Creemos que hay una cámara de vídeo que nos está enfocando las 24 horas. Y que cuando vamos a hacer algo mal, se van a escuchar unas risas de fondo. Pero tranquilo, no hay espectadores, ni cámaras, y si las hay, no las puedes ver. Si vivimos en una historia, tú eres el protagonista y el héroe de esta historia.
Porque cada vida es única y tiene su propia complejidad. Si a otro le hubiera tocado vivir con tus mismas circunstancias, y tu misma predisposición a la ansiedad, estaría en la misma situación que tú.
Nuestro objetivo tiene que ser, por tanto, vencer el miedo a nuestro miedo. Aprender a no ver como peligrosas o amenazantes situaciones que pueden ser controlables. Adquirir experiencia para "habituarnos" al peligro y ser felices con el peligro. Quédate con esta palabra mágica: habituarte.
¿Tú también te has hecho la pregunta de "por qué tengo tanta ansiedad"? ¿Qué es lo que te has respondido? Me gustaría hablarlo contigo en los comentarios.
Lo cierto es que muchas veces en las que nos sentimos así nos estamos comparando con los demás, o bueno, no realmente con los demás, sino con la imagen mental (comúnmente idealizada) de lo que creemos que son los demás.
En este post voy a tratar de responder a esa pregunta y a otras que yo también me he estado planteando.
¿Por qué tengo tanta ansiedad todo el día?
"Tengo ansiedad y no sé por qué", piensas. Aparentemente, no le encuentras un motivo. La has sentido desde siempre y ahora además te afecta casi todo el día, o en la mayoría de situaciones en las que te ves envuelto, desde ir a comprar el pan hasta incluso a veces el mero hecho de salir de casa, y por supuesto cuando vas a dar una charla en público, si te ha tocado por alguna razón.
Notas seguramente un montón de síntomas que se han vuelto el pan de cada día:
- Sudor
- Nervios
- Taquicardia
- Ganas de huir
- Dificultad para hablar
- A veces presión en el pecho
- Incluso es posible que hayas tenido mareos
La ansiedad es un mecanismo de defensa
Sí, como lo estás leyendo, la ansiedad es completamente natural. Si no tuvieras ansiedad, tu cuerpo no se activaría de la forma adecuada a la situación peligrosa o amenazante en la que te encuentras.La ansiedad es un mecanismo evolutivo que ha permitido al ser humano hacer frente a los peligros en los que se había envueltos. El ataque de un animal, la necesidad de buscar comida, el impulso de aparearse y buscar descendencia, etc.
Hoy día vivimos en entornos mucho más controlados que la cruel madre naturaleza, y sin embargo, nuestros miedos no se han ido, sino que han aumentado. Nuestro mecanismo de defensa se activa ante situaciones muy variadas, muchas de índole social, como por ejemplo:
- Tener que dar una conferencia delante de mucha gente
- Hablar con esa persona que nos gusta
- Tratar con nuestro jefe
- Hacer frente a una enorme cantidad de trabajo que se nos va de las manos
¿Por qué tenemos ansiedad en esas situaciones? ¿Por qué nos resulta a veces tan duro?
La respuesta es muy sencilla; porque percibimos esas situaciones como una amenaza. Tenemos miedo al ridículo, miedo al menosprecio, miedo a no hacerlo bien... miedo al miedo.Creemos que hay una cámara de vídeo que nos está enfocando las 24 horas. Y que cuando vamos a hacer algo mal, se van a escuchar unas risas de fondo. Pero tranquilo, no hay espectadores, ni cámaras, y si las hay, no las puedes ver. Si vivimos en una historia, tú eres el protagonista y el héroe de esta historia.
Porque cada vida es única y tiene su propia complejidad. Si a otro le hubiera tocado vivir con tus mismas circunstancias, y tu misma predisposición a la ansiedad, estaría en la misma situación que tú.
Nuestro objetivo tiene que ser, por tanto, vencer el miedo a nuestro miedo. Aprender a no ver como peligrosas o amenazantes situaciones que pueden ser controlables. Adquirir experiencia para "habituarnos" al peligro y ser felices con el peligro. Quédate con esta palabra mágica: habituarte.
¿Tú también te has hecho la pregunta de "por qué tengo tanta ansiedad"? ¿Qué es lo que te has respondido? Me gustaría hablarlo contigo en los comentarios.
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